La Atención Temprana es una especialidad joven y en constante evolución gracias a los avances médicos y técnicos que se están produciendo en los últimos años.
Desde su constante desarrollo a partir de los años 1960, las intervenciones asociadas a esta especialidad han sido prolíficas y se han ido ajustando a la luz de los avances científicos y en virtud de las validaciones y eficacias recogidas y comprobadas.
Precisamente, su eficacia y el nuevo bordaje fueron aspectos que estuvieron contemplados en la ponencia que ofreció la Terapeuta Ocupacional y antropóloga española, Margarita Cañadas Pérez, durante el Congreso Internacional ORITEL que la Fundación Teletón Paraguay organizó en noviembre de 2015.
En la siguiente entrevista, Cañadas, quien es Vicedecana de Terapia Ocupacional en la Universidad Católica de Valencia y Directora del Centro de Atención Temprana y Escuela Infantil La Alquería, sostuvo que el abordaje más efectivo en esta especialidad estriba en favorecer en todo momento “las interacciones de calidad entre los niños y sus padres”.
El modelo centrado en la familia para el abordaje en atención temprana será uno de los temas centrales que será expuesto por usted. ¿Cuáles son las principales cualidades de este enfoque?
En Atención Temprana el objetivo es favorecer el desarrollo de los niños de 0 a 6 años con discapacidad o riesgo de padecerla.
En las prácticas centradas en la familia se realiza un trabajo de colaboración familia-profesional. Los niños aprenden durante todo el día, no sólo en las horas que hacen terapias.
Debemos aprovechar las rutinas y actividades diarias del niño para ofrecer estrategias que favorezcan su desarrollo.
¿Cómo califica la incidencia de la Atención Temprana en las expectativas de rehabilitación de un niño con discapacidad, muy especialmente con discapacidad neuro-músculo-esquelética?
Los primeros 6 años de vida del niño son cruciales para su desarrollo. Es la etapa de mayor plasticidad neuronal y debemos aprovecharla al máximo para compensar y/o paliar las consecuencias motoras derivadas de dicha discapacidad. De igual modo, la Atención Temprana puede favorecer que disminuya el riesgo de complicaciones físicas mayores a largo plazo.
¿Cuál sería el abordaje efectivo de los profesionales que trabajan en Atención Temprana?
Considerando que los niños aprenden mejor a través de las experiencias diarias, la intervención del terapeuta debe favorecer las interacciones de calidad entre los niños y sus padres. Si el profesional interviene en sesiones con el niño, hablamos de un tiempo muy limitado dentro de sus vidas. En Atención Temprana es mejor trabajar junto a los padres para que ellos dentro de las rutinas diarias puedan favorecer el desarrollo de sus hijos. Así, también se consigue la generalización y mantenimiento del aprendizaje en los niños.
El profesional debe ser capaz de “traducir” las actividades terapéuticas pensadas para las áreas del desarrollo, en estrategias a incorporar en las actividades de la vida diaria, evitando así que los padres tengan que convertirse en los “maestros” o “terapeutas” de sus hijos, al tener que seguir pautas de ejercicios que suponen actividades más bien educativas que de la vida cotidiana de una familia